Este conjunto de libros, si bien puede clasificarse en el género impreciso del libro de artista, también tiene un carácter cercano al cuaderno de apuntes, una especie de archivo de ideas y, en otros casos, cercano del libro de viajes. De todas formas, el conjunto de más de treinta ejemplares se caracteriza por haber sido realizado en bares, a lo largo de los años y en forma continuada, por lo que constituye un testimonio que refleja los intereses y búsquedas que nutren la obra del artista.
A partir del año 1992, en todas las muestras individuales Santoro expuso los libros que correspondían a cada período de su trabajo; de esta manera toda la secuencia conforma en la actualidad un circuito paralelo y derivativo que enriquece la lectura del cuerpo principal de su obra.